sexta-feira, 16 de outubro de 2009

Pedro Mártir de Angleria - Opus Epistolarum (III)



SENSIO, Dr. D. Joaquín Torres
Fuentes Historicas sobre Colón y América, Pedro Martir Angleria, Tomo I, Madrid, Imp. de la S. E. de San Francisco de Sales, Calle de la Flor Baja, núm. 22, 1892, pp. 27 a 36.



«27

(...)

Carta CXLVI.—Al amigo Pomponio Leto,
varón insigne.


... Mientras Italia sufre estas
tormentas, España extiende sus
alas más y más cada día. Aumenta
su imperio y lleva su gloria y su
nombre hasta los antípodas... De
las dieciocho naves
que mis Reyes
dieron para la segunda navegación
al mismo Colón, Almirante, como
le llaman los españoles, ó Prefecto
marítimo, han regresado doce. Los
que vuelven de ese mundo descono-
cido hasta ahora, refieren que aque-
lla tíerra cría naturalmente vastas
selvas de cochinilla, algodón y
otras muchas cosas de gran estima-
ción entre nosotros, pero entre ellas
no pequeña abundancia de oro.
Cosa admirable, Pomponio! En la
superficie de la tierra encuentran
pepitas de oro en bruto, nativas, de
tanto peso que no se atreve uno á
decirlo. Han encontrado algunas de//



28

// doscientas cincuenta onzas. Espe-
ran encontrarlas mucho mayores,
según los naturales lo indican por
señas á los nuestros cuando conocen
que éstos estiman mucho el oro.

Y no dudes que hay lestrigones ó
polífemos, alimentados con carne
humana. Escucha, y ten cuidado no
sea que de horror se te pongan los
pelos de punta. Cuando se sale de
las Afortunadas (que algunos quie-
ren llamar Canarias) para la Espa-
ñola, pues con este nombre llaman
á la Isla en que han fijado asiento,
si se dirige la proa un poco al Me-
diodía, se da en islas innumerables
de hombres feroces que llaman ca-
níbales ó caribes, los cuales, aunque
desnudos, son guerreros bravos. Se
valen de arcos y principalmente de
la clava. Tienen faluchos de una
pieza, muy capaces, que llaman ca-
noas, con las cuales pasan en tropel
á las islas vecinas de hombres pací-
ficos.

Embisten los pagos de sus ha-
bitantes, y á los hombres que
cogen se los comen crudos. Castran//



29

á los niños, como nosotros á los po-
llos; cuando han crecido ya y en-
gordado, los degüellan y comen.
Prueba de ello tuvieron los nuestros
en que, arrimando las naves, ate-
rrorizados los caníbales por la mole
nunca vista de ellas, abandonaron
sus casas y huyeron á las monta-
ñas y bosques espesos. Entrados los
nuestros en las casas de los caníba-
les, que las tienen redondas, cons-
truidas con maderos de pie, encon-
traron piernas saladas de hombres,
como nosotros solemos hacer con
las de cerdo; y la cabeza de un jo-
ven recién matado, llena aún de
sangre, y pedazos del mismo joven
en ollas para cocerlos junto con
carne de patos y papagayos, y otros
puestos al fuego en los asadores.

En una nave cogieron á la reina
de los caníbales acompañada de su
hijo y de otros seis hombres, que
volvía de cazar. De los habitantes
no pudieron coger á ninguno. Sin
embargo, treinta de ambos sexos de
los que guardaban en los establos
cual terneras que se han de comer,//



30

// huyeron acudiendo á los nuestros:
los habían cogido de las islas veci-
nas. De éstos aprendieron los nues-
tros muchas cosas, que algún día
sabrás... Alcalá de Henares, 5 de
Diciembre de 1494
.

Carta CLII.—A su amigo Pomponio Leto,
varón de insigne doctrina.


... En la primera navegación, Co-
lón, Prefecto del mar de las Indias
(en español se dice Almirante), ha-
bía dejado en la Española treinta
y ocho hombres á cargo del Rey
Guadcanaril, desnudo él también,
que explorasen la naturaleza de
aquella tierra, mientras él volvía.
Cuando volvió encontró que los ha-
bían matado á todos, y los edificios
que había hecho para habitación y
defensa de ellos, destruidos y que-
mados, y los fosos rellenados. Guad-
canaril, que había huido al acer-
carse los nuestros, por fin fué ha-
llado y obligado á dar cuenta de
los hombres que habían quedado á
su cuidado. Quejándose de Canaboa,
daba á entender que (según se podía//



31

// colegir por las señas), ese rey de los
montes y muy poderoso, había in-
vadido el reino suyo por haber reci-
bido á los nuestros, y que los mató,
no queriendo él y hasta llorando.

El Almirante Colón juzgó más
prudente disimular, para no alte-
rar los ánimos de las islas, y resol-
vió diferir para otro tiempo el cas-
tigo del crimen cometido.

Los que han vuelto con aquellas
doce naves que antes he nombrado,
cuentan maravillas de la abundan-
cia de aquella región; de la espe-
ranza de descubrir otras; de la tem-
peratura de aquel aire, aunque
están próximas al trópico de Can-
cer, pues todo el año es la noche
casi igual al día: de la edad áurea
de aquello habitantes y de sus
costumbres.

Colón ha comenzado á edificar
una ciudad, como me lo ha escrito
hace poco
, y á sembrar nuestras
semillas, y á criar nuestros anima-
les Como hemos de admirar ya
que los Saturnos, las Ceres y los
Triptolemos enseñaran nuevos in- //



32

// ventos á los hombres, ni que los fe-
nicios edificaran á Sidón y á Tiro, ó
que los mismos Tirios, para habitar
otras regiones emigrasen á tierras
extrañas, levantasen nuevas ciu-
dades y formaran nuevos pueblos?

Aquella gente se maravilla del
sonido de las trompetas y atabales,
se pasma del estampido de los ca-
ñones, les causa asombro el andar
y correr de los caballos, y sus jae-
ces, y á la vista de todas nuestras
cosas se quedan atónitos con la boca
abierta.

Piensan que los nuestros son gen-
te enviada del cielo, y comenzaron
á adorarlos por dioses; cuando veían
á siete caníbales, que se los comen á
ellos, cogidos en el camino con su
reina, manifestaron lo crueles que
eran, y aun atados los miraban de
reojo con sumo horror y pavor.

Esta isla Española tiene casi la
forma de una hoja de castaño: di-
cen que por el Septentrión el polo
ártico se eleva veintiséis grados y
por el Mediodía veintiuno: dicen
que de Oriente á Occidente se ex //



33

// tiende y se alarga diez y nueve gra-
dos de longitud esférica. Dista de
Cádiz por el Occidente cuarenta y
nueve grados, según dicen los que
miden con diligencia. Esto te digo
hoy, más te diré algún día... 29 de
Diciembre de 1494
.

Carta CLVI.—Al mismo.

... Te escribí que su longitud
(de la Española) es de diez y nueve
grados polares; la latitud, cuanto
dicen que dista de Cádiz en lon-
gitud oriental, cuarenta y nueve
grados, pero no en línea recta del
todo hacia el Occidente; pues para
los gaditanos el polo se eleva me-
nos de treinta y seis grados, y para
aquellos isleños veintiuno desde el
Mediodía y veintiséis desde el Sep-
tentrión. Pero de los grados hay
muchos que piensan diferentemen-
te: yo creo que el movimiento de la
estrella polar es causa de este error,
pues los hay que disminuyen y que
aumentan ambas cuentas.

La naturaleza de aquella tierra
es exuberantemente feliz: cuánto//



34

// abunda de cosas preciosas lo dije
otra vez. Los nuestros gustan más
comer el pan de raíces de aquella
patria que no el de trigo; porque es
de agradable sabor y se digiere más
fácilmente en el estómago: ambas
cosas las han experimentado. Di-
cen que todo el año, la noche se di-
ferencia poco del día; y esto no lo
contradice la cuenta de la esfera;
dicen también que allí no reinan los
grandes calores, ni hace frío algu-
no. Paréceme que eso sucederá por
las lluvias que se dice caen muy
frecuentes; pues de lo contrario,
estando próximos al ecuador, se
abrasarían. Dicen que los árboles
son muy frondosos y altísimos, que
en los prados se cría la yerba tan
espesa y alta, que ni á pie ni á ca-
ballo se puede abrir camino, y que
nuestro ganado nace allí más cor-
pulento y se hace mucho más gran-
de por los pastos más nutritivos.
Las hortalizas y demás cosas sem-
bradas que se llevaron allá, crecen
con admirable brevedad de tiempo:
las calabazas, melones, cohombros//



35

// y demás cosas de estas, á los treinta
y seis días de sembradas, se comen:
las lechugas, rábanos, borrajas y
demás hortalizas de esa especie, á
los quince días; al segundo año de
puestas las vides, dicen que han
comido dulces uvas; afirman que
las cañas de que se saca el azúcar,
á los veinte días tienen un codo.

En toda la isla ambos sexos van
desnudos, excepto las mujeres
violadas, que cubren parte de su
cuerpo con ciertas enaguas de al-
godón. Cada provincia tiene sus re-
yes. Las casas son redondas, cons-
truidas de diversas vigas, cubiertas
con hojas de palmas ó con tejido de
ciertas yerbas, y están muy defen-
didas de la lluvia. Las puntas de
las vigas. fijas en la tierra, se jun-
tan de tal modo que se asemejan á
los pabellones militares. Hierro no
tienen; de ciertas piedras de río
forman instrumentos fabriles. Las
camas las tienen colgadas, de unas
colchas de algodón, atando á las
vigas cuerdas de que está prendi-
do la colcha. Tuercen cuerdas de//



36

// algodón, ó de ciertas yerbas más
resistentes que el esparto. Me lla-
man de la corte... Alcalá de Hena-
res, 1.° de Enero de 1495
».

_____________

Imagens:

Pompónio Laeto, apud,
Giovio, Paolo (1483-1552): Elogia Virorum literis illustrium : quotquot vel nostra vel avorum memoria vixêre. Ex eiusdem Musaeo (cuius descriptionem unà exhibemus) ad vivum expressis imaginibus exornata. - Basil.: Petrus Perna, 1577.

Mapa do Novo Mundo, apud,
MARTYR, PETER. ... opera Legatio babylonica Occeani decas Poemata Epigrammata ... . [ ... Hispali ... per Jacobū corumberger ... Millessimo quingentessimo. xj. mēse vero Aprili. (1511)] Fólio, 74.

América

Pisces in mari alati
BRY, Théodore de, 1528-1598
[India Orientalis]. - Francfort : Wolffgangus Rahter et Joannes Israel de Bry, 1598-1628
.

Indi Hispanis aurum liquefactum infundunt
BRY, Théodore de, 1528-1598
[India Orientalis]. - Francfort : Wolffgangus Rahter et Joannes Israel de Bry, 1598-1628.

Canibais
FRIES, LORENZ. Underweisung und uszlegunge Der Cartha Marina oder die mer cartē... . [Gedruckt zū Strassburg von Johannes Grieninger ... MS.XXX (1530)] Fólio 22.

Indios. Caça ao unicórnio.
FRIES, LORENZ. Underweisung und uszlegunge Der Cartha Marina oder die mer cartē... . [Gedruckt zū Strassburg von Johannes Grieninger ... MS.XXX (1530)] Fólio 22.

Mapa, pormenor.
ORTELIUS, ABRAHAM. Theatrvm orbis terrarvm. [apud Aegid. Coppenium Diesth, Antverpiae, M.D.LXX.], Folio, 53.




Eduardo Albuquerque

5 comentários:

Anónimo disse...

Ja viram esta? Mais uma pseudo historiadora,

«What gave Colón away says Irizarry is the use of a slash symbol that he employed to indicate pauses in sentences. That symbol, known as a virgule, did not appear in texts of that era written in Castilian nor in writings from any other country, but only in records and letters from the Catalan-speaking areas of the Iberian Peninsula - present-day Catalonia and the Balearic Islands.»
http://dscriber.com/home/529-christopher-columbus-not-quite-italian-research-indicates-with-jewish-roots.html

Entao era somente em Aragao que se usavam virgulas? Em Portugal os manuscritos da ultima metade do seculo XV nao comtem virgulas? A professora Estelle Irizarry nao deve saber nada sobre os arquivos portugueses. Os senhores tem aqui um alvo facil de abater. Maos a obra.

J. C. S. J. disse...

É evidente que essas chamadas vírgulas existiam noutras línguas. Mas já estamos habituados a que se gastem rios de tinta a escrever sobre elas, portanto nada de novo.

Anónimo disse...

Pelo que parece alguém anda a dizer que Manuel Rosa foi convidado pela Dr.ª Consuelo Varela para fazer o lançamento do seu livro na escola dela, Escuela de Estudios Hispano Americanos em Sevilha!
http://www.geneall.net/P/forum_msg.php?id=242281
Quem sabe se é alguma armadilha?

Anónimo disse...

Revista Viana Social & Cultural de Outubro tem um artigo sobre o COLOMBO PORTUGUÊS
http://www.geneall.net/P/forum_msg.php?id=242497#lista

Anónimo disse...

http://www.geneall.net/P/forum_msg.php?id=242638#lista